En este artículo, la Maestra Cecilia Paredes, nos lleva a visualizar cómo a partir de la implementación de estrategias en la Educación Sexual Integral, se ganan también derechos para las personas, específicamente para los niños, niñas y adolescentes, a una vida informada, libre de mitos, de estereotipos y de violencias.
La maestra Paredes nos plantea dos situaciones que existen y es importante transformarlas; 1. Aún en muchos centros educativos es necesario contar con la autorización de las madres y padres de familia para brindar al alumnado educación sexual, y 2. Dar información solo sobre aspectos biológicos, sin atender otras dimensiones de la sexualidad.
Si bien la maestra Paredes alude a la experiencia en el país de Argentina, en muchos otros países, incluido México, se conocen situaciones similares, con el mismo nivel de apertura de la población, o incluso con menos disposición a escuchar sobre la Educación Sexual Integral. En algunos centros escolares es necesario incluso informar primero a las madres y padre de familia sobre los aspectos de sexualidad que se abordarán con sus hijos o hijas, sin embargo, esto puede utilizarse a favor de la impartición de la ESI ya que, aún en el caso de que los padres o madres no autoricen, habrán obtenido información de los temas de interés para sus hijos o hijas y los riesgos a los que pueden enfrentarse si no están correctamente orientados.
Continuar promoviendo la educación sexual en sus múltiples dimensiones y crear las condiciones para abordarla como lo plantea la maestra Cecilia Paredes, es un aspecto que nos lleva a contemplar también los contextos a los que hay que atender para que las condiciones resulten propicias para su implementación. La población objetivo debe siempre ser vista desde su contexto socio económico, cultural y de creencias respecto a la sexualidad.
La maestra Cecilia Paredes aboga para que la ESI sea ofrecida dentro de los centros escolares públicos y privados y en todos los niveles educativos, como lo indica la Ley de Argentina (Ley 26.150), ya que es un derecho ganado para los niños, niñas y adolescentes. En otros espacios, la autora ha hecho énfasis en que si está en la Ley, debe atenderse, ya no es posible ocultarse detrás de los miedos o de no ser especialistas en la materia; es responsabilidad de quienes forman académicamente a niños, niñas y adolescentes, conocer los aspectos básicos de la sexualidad y de su diversidad, por lo menos, en mi opinión, para que se evite transmitir mitos, estereotipos y temores a las niñas, niños y adolescentes, y, por el contrario, se favorezca el acompañamiento a los mismos.
La concepción de la ESI como estrategia biopolítica, es de importancia fundamental ya que explica cómo es que desde las estructuras de poder en una sociedad se gobiernan aspectos de la vida de las personas – incluyendo el aspecto de la sexualidad-, determinando las ideas que deben predominar, definiendo lo que es “normal” y “correcto”, por lo que sería importante incluirla como tema para la capacitación de las personas que ofrecen información sobre sexualidad.
La maestra Cecilia Paredes se refieren entonces a la ESI como parte de una construcción democrática donde lxs alumnxs aprendan a identificar mandatos normativos y ejerzan su derecho a romper con estereotipos que limitan la expresión de su identidad de género y las expresiones de su sexualidad.
Atender con fidelidad y compromiso los ejes de trabajo que refiere la maestra Cecilia Paredes ( reconocer la perspectiva de género, valorar la afectividad, respetar la diversidad, cuidar el cuerpo y la salud y ejercer los derechos humanos y sexuales), nos proporcionará elementos para la reflexión de nuestra propia historia sexual.
Quienes trabajamos, al igual que la maestra Cecilia Paredes con niñas, niños y adolescentes debemos refrendar nuestro compromiso para trabajar en la Educación Integral de la Sexualidad de manera formal o informal, y si encontramos algún resquicio para brindar información y orientación en los centros educativos, debemos aprovechar, pues son las aulas los espacios idóneos para trabajar día a día y de persona a persona todas las dimensiones de la sexualidad, favoreciendo la ampliación de derechos, erradicando la discriminación, las violencias de género e impulsando la prevención de situaciones de riesgo.
De acuerdo con la maestra Cecilia Paredes y aludiendo a la ética de la sexualidad, la ESI ofrece a las infancias y juventudes, experimentar formas de vinculación y gestión de conflictos más honestas, respetuosas y responsables, y esto será posible cuando los diferentes actores de la sociedad: gobierno, instituciones de salud, escuela, docentes, familia y especialistas en cuestiones de género y sexualidad, sumen esfuerzos y gesten las condiciones para su implementación en cualquier espacio.
Mtra. Patricia López Morales.
24 noviembre 2024